Recuerdo que, en alguna de mis reuniones con Netflix, me preguntaron: «Si pudieras hacer cualquier tipo serie, ¿de qué sería y por qué?» Me atreví a decir la verdad: que en este mundo de cultura pop dominado por la ciencia ficción y la fantasía, siempre me habían fascinado los romances hermosos y exuberantes. Ser directa valió la pena, aunque nunca imaginé que el primer proyecto que ayudaría a dar vida en Netflix sería Bridgerton.
Ha sido surreal ser testigo del fervor que han creado los productores de la serie, incluida la inigualable Shonda Rhimes, el showrunner Chris Van Dusen y la productora ejecutiva Betsy Beers (¡hasta hay un musical en TikTok!). También es un sueño hecho realidad anunciar que Bridgerton es la serie más exitosa en la historia de Netflix.
Un récord de 82 millones de hogares en todo el mundo
eligieron Bridgerton en los primeros 28 días después del estreno,
casi el equivalente a la población de Alemania o Turquía.
La serie se ubicó entre las 10 más populares en todos los países excepto en Japón y alcanzó el número uno en 83 países, incluidos EE. UU., el Reino Unido, Brasil, Francia, la India y Sudáfrica. De hecho, el éxito de Bridgerton impulsó los libros a la lista de bestsellers del The New York Times por primera vez, 18 años después de su primera edición.
Aprendí muchas lecciones en el camino, pero estas son las tres más importantes:
Todo tipo de público ama el romance
Las novelas románticas siempre han sido muy populares, pero sus historias rara vez llegan a la pantalla. La historia de amor incierta de Daphne y Simon, combinada con los opulentos vestidos, trajes y escenarios, creó un mundo al que personas de todos los orígenes y edades podían escapar. Bridgerton ha sido la mejor prueba de que el romance puede ser inteligente, dinámico, audaz y, cómo no, universalmente atractivo.
Vale la pena atreverse y tomar riesgos creativos
Bridgerton, al igual que Gambito de dama, desafía la tradición y demuestra que los dramas de época no conocen límites de alcance ni público. La serie es una representación ficticia de la Londres de 1813 y descubre los secretos de la vida durante el periodo de la Regencia, pero Chris Van Dusen y Shondaland no buscan la precisión histórica. Esta representación fue diseñada para explotar el lujo, la sensualidad y la diversión más allá del drama de época estándar, lo cual sorprendió y encantó a nuestros miembros.
Más personas quieren verse reflejadas en la pantalla
Los fans de Shondaland están acostumbrados a la diversidad que ofrecen todas sus series. En cuanto al origen de la reina Charlotte, _Bridgerton tomó una parte de la verdad histórica para así reinventar a una monarca afrodescendiente que usa su poder para lograr un cambio más amplio en la sociedad británica. El empoderamiento de las mujeres y las personas de color hizo que Bridgerton pareciera accesible, contemporánea y que resonara con el público de todo el mundo. Al igual que Gambito de dama y Emily en París (otras dos series de Netflix muy populares), Bridgerton abarca temas que son universales y que, al mismo tiempo, les hablan directamente a las mujeres por medio de figuras femeninas con mentalidad independiente en papeles protagónicos.
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